La reina de Santomé (historias de la vida de provincia)

Guillermo Piña Contreras

La Reina de Santomé (historias de la vida de provincia)

Guillermo Piña Contreras
La reina de Santomé (historias de la vida de provincia)

Reseña de la obra

En La reina de Santomé Piña-Contreras da preeminencia —en el discurso del poder y de la historia— desde sus recuerdos acumulados a partir de 1955, siendo un niño, a lo ancestral a la genealogía de la parentela que estuvo de frente a procesos o hitos históricos, sociales y culturales que requieren que el autor/historiador interprete, analice y exponga desde la genealogía parental, con el vínculo genérico que se establece desde las reminiscencias conocidas y compartidas desde la niñez, mostrando el autor una sensibilidad deslumbrante, formas lingüísticas que hacen al lector sentirse parte o dentro del escenario temporal o atemporal al cual va dándole significados. No en vano la obra abre con la oración: «Nada más parecido a la infancia que los sueños», porque los sueños lo interpretamos, a la vez, como la otra voz dormida inconsciente del que puede soñar, para establecer cierta parentela con la ficción que se enlaza con el mundo posible.

El conjunto de relatos que componen el libro, muestran lo posible que es que las construcciones narrativas nos permitan conocer los discursos de los poderes hegemónicos culturales pueblerinos, en especial, durante la Era de Trujillo, esencialmente en 1955, cuando la obra del «Benefactor» la asumió el pueblo dominicano como una metáfora que traspasaba los sueños diurnos y nocturnos, y se fraguaban los acontecimientos de la vida de los pueblos en las mitificaciones que el entorno familiar o de amigos desdoblaban como el mundo que creían real.

Guillermo Piña Contreras

1952

Nació en San Juan de la Maguana, en 1952, donde vivió su niñez y adolescencia. Es escritor, periodista, investigador, ensayista, documentalista, y traductor. En la Universidad Autónoma de Santo Domingo estudió Derecho, graduándose en 1977. Posteriormente, viaja a Francia donde optó en residir desde hace más de cuatro décadas, para especializase en Letras Modernas en la Universidad Frenche-Comte (1982) y en la Sorbona (1986). 

En París fue corresponsal del periódico El Siglo y de la revista Rumbo, antes de ingresar  al Servicio Exterior de la República Dominicana en 1996, siendo Embajador Extraordinario Y Plenipotenciario en Argentina, Francia, concurrente en Marruecos y Mónaco, y Reino de los Países Bajos. Es diplomático de carrera. Distinguido como Comendador de la Legión de Honor de Francia, y con la Gran Cruz de la Orden del Libertador San Martín de Argentina.

En Santo Domingo ejerció el periodismo como articulista en el matutino El Caribe, Diario Libre y la revista Rumbo donde fue Jefe de Edición del 2001 al 2002, funciones que compartió con la docencia en la Universidad APEC, y Director del Departamento de Español.

Al francés ha traducido obras de Juan Bosch —de quien es uno de sus más estudiosos y enjundioso especialista— y de Bernardo Vega. Su bibliografía ensayística sobre Bosch comprende: Juan Bosch: un hombre de siempre (1989), Cronología de Juan Bosch (1995); Juan Bosch: imagen, trayectoria y escritura (2000), En primera persona, entrevistas con Juan Bosch (2000), Juan Bosch, político a su pesar y otros ensayos literarios y de poética (2017) y el documental Juan Bosch, un hombre de siempre (1999).  

Al español ha vertido libros de Lionel Richard, de Paul Mironneau, Pierre Quoniam, Catherine Boulot y de Henri Meschonnic, para editoriales de México, Francia y Santo Domingo. Es Miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua, correspondiente de la Real Academia española. 

En el género narrativo anteriormente había publicado dos libros: Fantasma de una lejana fantasía (París, 1995, traducido al francés: Le Revenant), y La casa de Leonor (en colaboración con Inés Tolentino, 2007). Su novela La reina de Santomé (historias de la vida de provincia) obtuvo el Premio Nacional Feria del Libro Eduardo León Jimenes 2019.

Guillermo Piña Contreras

Nada más parecido a la infancia que los sueños. Se puede seguir siendo niño; en cambio, no es posible seguir en la infancia. Es un lapso. Nuestros padres, por ejemplo, siempre han estado ahí. Nadie los trajo ni nos explicó que ése, era papá y aquélla, mamá; ni aquél, mi hermano; los adultos, tíos; los niños y niñas, primos cercanos o lejanos; ni los demás, amigos, porque la vida tiene una estructura onírica, de sueño. Nunca hemos tenido una explicación de cuándo y de dónde vinieron nuestros padres; ni tampoco una justificación de su presencia. Ellos, papá y mamá, nunca trataron de justificarla. Estaban ahí y sanseacabó.

Fotografías

Proceden de Archivo personal del autor, cedidas por el autor para el 25º Aniversario Premio Nacional Feria del Libro Eduardo León Jimenes.